La perseverancia y la paciencia son virtudes innatas en toda aquella persona que se desempeña en escenarios dificultosos y cargados con más desafíos que en el común de los casos. Aún a esta altura de los tiempos, en el Siglo XXI, siguen apareciendo las “primeras mujeres en ser…” tal cosa y tal otra. Pero hay rubros en los que todavía no fueron consagradas. Damos tres ejemplos claros y concretos: jamás una dama fue gobernadora de la provincia de Santa Fe, nunca hubo una intendenta municipal de la ciudad de Gálvez y/o Coronda y el 95% de los senadores provinciales desde el retorno de la democracia al menos, han sido y son varones.
El pasado sábado en el Museo de la Constitución, los Ministerios de Igualdad y Desarrollo Humano y de Desarrollo Productivo de la provincia con Mujeres Rurales Argentinas, llevaron adelante el 1º Foro Internacional de Mujeres Rurales. Confluyeron más de 200 trabajadoras de campo del país y disertantes llegadas también desde Uruguay, Chile y Brasil.
Este foro incluyó la entrega los premios “Lía Encalada”, nombre colocado en honor a la primera ingeniera agrónoma del país, y que reconoce las virtudes laborales de las mujeres en contexto rural.
Dos ganadoras santafesinas
Hubo dos santafesinas que se destacaron, por un lado María Carolina Baratero, oriunda de Irigoyen, quien se mostró muy feliz por esta “visualización de la mujer en la ruralidad y por el otro, María José Travaglino”.
El Litoral dialogó con esta irigoyense, ganadora de uno de los 22 galardones, en este caso reconociendo su trabajo en el rubro Ganadería, en cuanto a esfuerzo, dedicación y trayectoria.
-¿Dónde se hizo el foro y sobre qué temáticas giró?
-En la ciudad de Santa Fe, en el Museo de la Constitución y fue la primera edición internacional sobre género y ruralidad. Trataron temas sobre género, producción y políticas públicas, brechas de género en la ruralidad y además contamos con las exposiciones de diferentes mujeres argentinas y de Latinoamérica con experiencias en la ruralidad, tanto personal como social, testimonios de sus experiencias a lo largo del tiempo, había de Chile, Brasil, Uruguay, Ecuador y Colombia.
-¿Cómo es que llega usted a participar de él?
-Los premios deben su nombre a la primera ingeniera agrónoma de la Argentina, es el nombre de los premios, funcionan así: cualquier persona que nos conozca, que sepa lo que hace una mujer rural y que le parezca que sea digno de ser conocido y que se la reconozca, la nomina. Se rellenan ciertos formularios con preguntas, para saber cómo es su vida y qué hace y luego un jurado evalúa a las nominadas y entrega el premio. Alguien me ha nominado, me ha propuesto y eso fue elevado y el jurado decidió entregarme el premio a mí, en ganadería había muchas mujeres que hacen un trabajo maravilloso. Hay muchos rubros muy interesantes, comunicación, maestras rurales, trabajo social, veterinaria, ingenieras agrónomas.
-¿De dónde es usted oriunda? ¿Vive en su pueblo?
-Irigoyen, vivo en la zona rural, en mi establecimiento a 9 kilómetros que se llama San José.
-¿Cuál es su día a día, en relación con el campo?
-Me dedico a las tareas de amas de casa más las tareas de trabajo a campo, tenemos animales de granja, aves, conejos, ovejas y vacas de cría. El trabajo con la ganadería y hacienda lo realizo con mi hija y mi nuera fundamentalmente, es una empresa familiar, no tenemos empleados, es un campo pequeño. (Por Juan Peratitis para El Litoral).